Nací en Trujillo, hermosa ciudad norteña del Perú.
Por lo general soy una persona amigable, alegre, sincera y sobretodo muy humana.
El deseo de pintar lo tengo desde niño, recuerdo que empecé pintando a carboncillo, lápices, y otros materiales para dibujo y pintura. Tengo una anécdota: cuando estuve en la clase de arte en la escuela primaria, el profesor indico dibujar un personaje que más admiraba, como en ese tiempo me gustaban las caricaturas dibuje una de ellas y cuando estuvo terminado mi trabajo fui muy contento a presentarle a mi profesor pero me reprobó ya que creyó que lo había calcado. Ironía de la vida! Si viera él las pinturas que realizo…
El pintar me hace entrar a un mundo diferente, muestro la belleza de mi país y del mundo. Me gusta plasmar el costumbrismo, lo natural, combinando diferentes estilos.
El pintar es un don que Dios me dio y gracias a ello puedo mostrar al mundo lo maravilloso de sus obras plasmadas en mis lienzos.